Grandes puertos marítimos existen en nuestra europea unión.Al norte,los germanos y holandeses,al sur los mediterráneos franceses e italianos.
En la península,Barcelona,Valencia,Bilbao y ...Madrid.Cojo mi vehículo y tras el "maremágnum" de naves de las circunvalaciones,parto hacia mi siguiente isla itaquera,dirigiéndome al norte.
Una primera tempestad de olas que se levantan de la superficie surge ante mí,una primera sierra,cadena montañosa, que aparece poderosa es superada,sin muchas dificultades.
La calma chica impera de nuevo,descansas de una lucha que apenas ha tenido lugar,divisando al fondo la primera de las islas casi deshabitadas que van a suponer mi perenne destino.
El territorio mesetario,castellano,amarillo es un inmenso mar poblado de islas poco pobladas, y por ello olvidadas por la gente del puerto del que partí.
Mi coche, velero guíado por un viento escaso que precisa de ayuda para cumplir su función.Mi mundo es el espacio entre las islas,vació,abandonado, silencioso salvo por los gritos de la brisa que agita los cipreses.Un mundo olvidado.
Deseo que en las islas,los pueblos,me recuerden y sean recordados,pero cuando llego a ellos,me encuentro con viejos marineros de campo,fatigados de no poder seguir saliendo a pescar en la tierra que les rodea.
Rememoran días en los que su isla tenía vida e importancia, de cuando los jóvenes,no necesitaban hacer las américas o los madriles para sobrevivir,salvo que tuviesen ese deseo y no esa necesidad.
Voy dejando estas islas tras mí,ansiando llegar a mi isla destino.
Está arriba,en las montañas,deberé superar una última tormenta,por un camino entre las rocas que marca la ruta de navegación, cabalgando sobre la última ola,siendo dominada,hasta llegar a la cima de mi islote,...
...me detengo, llegué a mi playa y desde arriba contemplo el mar que me rodea, mi última isla castellana en la cima de la última montaña.
"Cuento de navegantes".Anónimo
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